Es muy probable que hayas escuchado que la carga rápida es perjudicial para los dispositivos móviles. La respuesta corta es que sí, aunque no te quedarás sin móvil en una semana. Tampoco en 5 años. La carga rápida no es la mejor aliada de tu batería, pues supone un estrés para la célula y los componentes que la acompañan. Hoy te contamos cómo deshacerte de la carga rápida en tu móvil y las ventajas de hacerlo. Esta opción no está disponible en los ajustes del terminal o aplicaciones, hay que recurrir a hardware extra.
Los sistemas de carga rápida nos permiten recargar un gran porcentaje de la batería en pocos minutos, pero esto no siempre es necesario. Lo más probable es que cuando cargues tu dispositivo te dé igual cuánto tarda. En este caso un sistema de carga lenta es mejor para cuidar la vida útil de la batería. Degrada menos las células internas, no somete la batería a estrés y tampoco calienta tanto los componentes internos.
No es malo utilizar esta carga de vez en cuando, pero si lo haces todos los días de la vida del smartphone la batería puede reducir considerablemente su vida útil. El problema de los móviles actuales es que llegan con sistemas de carga rápida de 30, 40 o incluso 60 W. Si utilizas el cargador que viene en la caja, que por lo general da la potencia anunciada como máxima, no hay forma cargar a más lento o no utilizar la carga rápida. Da igual que cargues el terminal cuando te vas a dormir, el cargador entregará la máxima potencia al principio y aprovechará la carga rápida.
Esto no es lo más recomendable para cuidar la batería de tu dispositivo y que dure el mayor tiempo posible. ¿Qué solución queda entonces?
Cómo no utilizar la carga rápida del móvil
Lo primero es lo primero: ¿qué es carga rápida? Se denomina carga rápida a los dispositivos que suelen ofrecer cargas por encima de los 15W. Apple, por ejemplo, vende como cargador rápido un adaptador de 18W y muchas otras compañías Android también denominan a esto carga rápida. Si tu carga rápida es de 18W puede que no debas preocuparte tanto por utilizarla o no, pero siempre será mejor cargar de forma más lenta.
Echa un vistazo al cargador de tu smartphone y mira qué potencia de salida tiene. Suele denominarse como ‘Output‘. La clave está en los W que ofrece, los cuales, se calculan con la siguiente fórmula: Voltios (V) x Amperios (A) = W. Si tu cargador tiene una potencia de salida de 5V – 4A significa que carga a 20W. Si la fórmula te indica más de 15W es que el cargador original está cargando tu terminal siempre en carga rápida. Ya te hemos contado que esto no es demasiado bueno.
La clave para no cargar tu dispositivo siempre utilizando la carga rápida es cambiar de cargador. Sí, como lo lees, debes comprar otro cargador más lento con una potencia de salida menor y que la carga sea más lenta cuando lo utilizas. ¿Cuál comprar? Echa un vistazo en Amazon y compra un cargador de marca reconocida pero que sea lento. La buena noticia es que no será muy caro, pues son ‘poco sofisticados’: simplemente cargan lento.
Utilizar un cargador de una marca diferente no es un problema, eso sí, asegúrate de que es de calidad. Si tu móvil es Samsung puedes comprar un cargador Samsung que sea lento. ¿Cómo sabes si es lento? Echa un vistazo a las características y fíjate, de nuevo, en la potencia de salida. Lo mejor es que optes por un cargador 5V – 2A (10W) o 5V – 1.5A (7.5W). También puedes buscar directamente cargadores de 10W, 7.5W o 5W. Pero importante, que sean de calidad.